La suerte de Juan Ramón Macario del Rosario y Leobardo Pérez Sandoval acabó. Ambos recibieron un auto de formal prisión por el delito de trata de personas, pues cometieron ese crimen contra 28 migrantes guatemaltecos en Tapachula, Chiapas.
Pero no sólo eso, además esclavizaban a los migrantes obligándolos a trabajar en un basurero con condiciones insalubres y en jornadas de más de ocho horas.
Las víctimas reconocieron que las obligaban a vender lo que recolectaban en el día, a una determinada persona y bajo un precio fuera del real que corre en el comercio latas, cartón y PET.
Por si eso fuera poco, los polleros amenazaban a los migrantes de denunciarlos ante autoridades.
Los imputados se encuentran recluidos en el Centro de Reinserción Social para Sentenciados de Tapachula, donde pagarán por los delitos de trata de personas y explotación laboral.