Luego de ver la magnitud con la que la Ciudad de México fue azotada por el sismo de 7.1 grados, registrado la tarde del martes, cientos de personas abarrotaron restaurantes, taquerías, rosticerías, panaderías y tiendas de conveniencia en busca de alimentos y víveres, en varios puntos de la ciudad.
No obstante, en lugares como la delegación Azcapotzalco, varios negocios, como cientos de tiendas, decidieron cerrar sus puertas en cuanto oscureció, ya que la autoridad delegacional decidió restringir el alumbrado público, por lo que muchas calles están sin luz, haciendo más inseguras esas zonas.
Tras el llamado de las autoridades para evitar el uso del gas y de aparatos electrodomésticos, las taquerías se vieron llenas a su cupo máximo y con clientes que pedían comida para llevar.
Mientras tanto, en las panaderías lo más solicitado era el bolillo (para el susto) y las filas para esperar el pan caliente daban vuelta a las manzanas.
En las tiendas de conveniencia el agua y el pan empacado fueron los productos más solicitados, ya que la gente buscaba tener provisiones al mismo tiempo de atender, en la medida de lo posible, las recomendaciones de las autoridades para reducir los riesgos en la Ciudad de México.
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