Dos días después de haber sido localizado sin vida, los restos del sacerdote José Alfredo López Guillén llegaron a Panindícuaro, su tierra natal. Según sus familiares la urna que contiene sus cenizas fue recibida en su hogar materno
Antes, los restos del sacerdote fueron llevados a Janamuato, comunidad de la que era párroco y de donde fue secuestrado. Ahí se le oficio una misa a la que asistieron cientos de personas que durante horas hicieron fila para acariciar o abrazar su urna.
Las investigaciones:
El procurador General de Justicia del Estado de Michoacán, Martín Godoy Castro, informó que prevalecen varias líneas de investigación en el caso del asesinato del sacerdote José Alfredo López Guillén.
Dijo que se indagan aspectos de la vida personal y otros relacionados con asuntos sacerdotales de la víctima, además de buscar a las tres personas con las que convivió previo a su desaparición, para quienes pidió alimentos en una tienda de la comunidad.
Pidió a la ciudadanía que aporte cualquier dato que pueda ser de utilidad.
Mencionó también que se realizan investigaciones en otra iglesia de Michoacán y en una más de Guanajuato, donde fungió como párroco antes de llegar a la comunidad de Janamuato.
Sobre algún vínculo con la delincuencia organizada, el procurador reconoció que es una línea de investigación que se mantiene abierta.
El sacerdote desapareció el pasado 19 de septiembre y fue localizado sin vida el pasado 25 con impactos de bala en diferentes partes del cuerpo. Los estudios demuestran que el cura fue asesinado el mismo día en que desapareció.
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