A los pobladores de la capital potosina se les está abriendo la tierra y empiezan a entrar en pánico. Decenas de familias viven en la incertidumbre porque aumenta el número de fallas geológicas en la zona.
Los afectados responsabilizan al gobierno estatal por permitir la construcción en estas localidades y por no detener la extracción de agua del subsuelo.
Decenas de colonias son afectadas por el paso subterráneo de las fallas geológicas, que ya han llegado hasta el polígono céntrico considerado Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Estas nuevas grietas se suman a las que se encuentran en el vecino municipio de Soledad de Graciano Sánchez, donde también se han desalojado viviendas ante el riesgo inminente de un desplome.