Casas y negocios del barrio de San Sebastián, en la capital del estado de San Luis Potosí, han modificado la arquitectura de la ciudad nombrada Patrimonio Cultural de la Humanidad, al instalar rejas de protección para evitar una ola delictiva que las autoridades no han podido contener.
Según dicen comerciantes, han comenzado a sentir una disminución en las reservaciones que solía hacer el turismo para Semana Santa.
Colonos del barrio fundador de San Sebastián, generalmente tranquilos, no descartan radicalizar las manifestaciones e incluso hacer justicia por su propia mano, si las autoridades no logran detener a un delincuente.