Caos y confrontación generó la exhumación del cadáver de un bebé quien falleció por una presunta negligencia médica en el Hospital General de la Secretaría de Salud (Sesa) de Huamantla, Tlaxcala el 21 de marzo del año en curso.
Todo empezó cuando especialistas de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) acudieron al panteón de Cuapiaxtla para reunir pruebas que determinen las causas exactas de muerte del menor de 11 meses de edad, sin embargo los forenses se toparon con personas armadas con piedras, palos y machetes y les impidieron la recolección de pruebas.
Familiares y vecinos del menor se reunieron en el cementerio alegando que no había una orden para la exhumación del cadáver, por lo cual impidieron que los forenses continuaran con su trabajo, incluso los retuvieron a la fuerza y los obligaron a dejar las muestras recabadas, así como a enterrar el cadáver, o de lo contrario incendiarían la unidad donde viajaban.
Por su parte, la PGJE, indicó que cuenta con la autorización del juez para realizar la exhumación del menor y que su madre fue informada de que se realizará dicha acción.