¿Qué sucede en Yemen para que esté en crisis?

Reuters Yemen 26-03-2015 16:45

El presidente ha huido, hay enfrentamientos entre distintas sectas y presión de otros países.

Los conflictos que actualmente vive Yemen se arrastran desde años atrás. La unión de Yemen del Sur y Yemen del Norte en 1990 no ha arraigado. Ahora, en plena deriva y con el presidente Abdo Rabu Mansur Hadi en paradero desconocido, el Gobierno del presidente yemení, lanzó una llamada de socorro a los países árabes: necesitan una intervención militar para frenar al movimiento chií de los hutíes. Algo a lo que los países árabes ponen más que reparos. Para algunos analistas sería el campo de batalla de una nada guerra fría entre Irán y Arabia Saudita.

La violencia desatada en Yemen mezcla pugna tribales, regionales y sectarias dentro del país para crear un complejo conflicto que amenaza contagiarse al vecino gigante petrolero, Arabia Saudita y a su principal rival regional, Irán.

Por ello, Arabia Saudita bombardeó a Yemen este jueves para frenar el avance de los rebeldes Huthi que amenazaban con tomar Adén, la segunda ciudad del país y donde se había refugiado el presidente yemení, Abdrabbo Mansur Hadi.

El ataque, que ha contado con el respaldo de una decena de regímenes árabes suníes, expone las líneas del enfrentamiento político-sectario que envenena la región desde el triunfo de la revolución iraní de 1979

Las relaciones entre el Irán chií y la Arabia Saudita suní, los dos pesos pesados de Oriente Próximo, nunca fueron fáciles, pero en los últimos años se han visto en frentes opuestos de las crisis en Irak, Siria, Líbano y, ahora, Yemen, donde la intervención saudí agudiza la tensión.

Por un lado, los Gobiernos de Irak y Siria, así como el grupo libanés Hezbolá, se han sumado a la condena iraní.

Arabia Saudita, que según la cadena Al Arabiya ha desplegado 150 mil soldados, cuenta con el apoyo del resto de los miembros del Consejo de Cooperación del Golfo, a excepción de Omán.

El sultanato es la única de las seis monarquías que no está dirigida por una familia real suní y siempre ha mantenido una política exterior independiente. Además, Jordania y Sudán han admitido que participan en la ofensiva.

Egipto, donde este fin de semana se reúne la Liga Árabe con Yemen como primer punto en el orden del día, contribuye con aviones y también ha enviado cuatro fragatas a la zona. Marruecos mantiene silencio. Y Pakistán estudia la petición de fuerzas terrestres.