Enfoco. Restaurando la fe
En víspera del Día de la Candelaria dentro de unas tiendas con paredes de aluminio y otras con paredes de cartón, cada año en el centro de la ciudad devotos artesanos reconstruyen figuras del niño Jesús.
El arreglo va desde pegar un dedo hasta rehacer la cabeza, las manos o las piernas. Hay de piedra, yeso, barro y porcelana. Los ojos son de vidrio, y de cabello de res están hechas las pestañas.
Comprar uno nuevo es más barato que repararlo pero la inversión vale la pena frente al valor sentimental que lleva la sagrada pieza, la mayoría los han heredado.