Para nadie es un secreto que los jugadores mexicanos que militan en clubes de Europa sufren cuando vuelen al país y deben jugar en la Ciudad de México, a 2.260 metros sobre el nivel del mar, como el cado de Jonathan dos Santos, quien ha pasado toda su carrera en el futbol de España.
El propio Dos Santos reconoció que no es fácil para ellos jugar en el Estadio Azteca, sede en la que la selección mexicana disputa sus juegos como local de la eliminatoria mundialista.
"La verdad es que sí pesa bastante, siempre me cuesta, me ahogo, la realidad es que pesa bastante cuando vengo", admitió el más joven de los hermanos Dos Santos.
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