El Puebla, un club que nació en 1944 y que su historia ha sido en la zona baja del futbol mexicano o bien en segunda división, tiene en las próximas dos semanas una oportunidad mágica para revertir todo lo vivido y lograr una anécdota digna de los libros.
Dos títulos de Liga, Cinco campeonatos de Copa, un Campeón de Campeones e incluso una Copa de Campeones de CONCACAF, parecen una escasa vitrina para un equipo con casi 72 años de historia y que ahora, harán su debut en el torneo más importante de clubes de toda América, el cual tiene incluso menos años que la Franja (1960).
La llegada del Puebla a este tipo de competiciones luce muy extraña, pues el cuadro camotero tiene constante problemáticas extra cancha que le han visto sufrir año tras año, incluso, en estos momentos, no se han escapado del problema porcentual, aunque desde su salvación en el territorio de Santos Laguna y la llegada de Pablo Marini, el equipo ha encontrado una regularidad interesante, la cual puede hacerle competir durante la competición.
Pero Santos, no sólo fue el oponente con quien se salvó, sino que también le otorgó esta participación al certamen, pues al llegar a la Final del torneo Clausura, le dio de forma directa el pase sin necesidad de competir por él, esto por la participación de los laguneros en la Concacaf Liga Campeones.
El rival del Puebla para esta fase de eliminación directa (la cual no han podido superar los equipos mexicanos desde 2012) es el Racing, equipo argentino con mucha experiencia en el torneo y que ya ha tenido la oportunidad de conquistarlo en el lejano (1967).
La experiencia del Racing deberá contrastarse con los deseos de hacer historia del cuadro de Puebla, pero también con los jugadores que ya han competido en Libertadores: Israel Villaseñor, Óscar Rojas, Patricio Araujo, Ramón Arias, Robert Herrera, Francisco Torres, Christian Valdez, Flavio Santos, Matías Alustiza y Álvaro Navarro.
Así, iniciará una lucha de 180 minutos en la que el Puebla tiene todo que ganar y nada que perder, situación podría ser un arma más para un cuadro que a sus casi 72 años, quieren dar otra una cara distinta a la que han mostrado a lo largo de su historia.