La intensa lluvia que se hizo presente desde el inicio del Gran Premio de Brasil, generó que la carrera se tuviera que detener por más de 20 minutos, luego de que las condiciones del clima hicieron que la pista del circuito Autódromo José Carlos Pace en Interlagos fuera sumamente complicadas para los monoplazas, provocando despistes y choques.
Justo en la vuelta 20, el accidente del piloto finlandés de Ferrari, Kimi Raikkonen, obligó a detener la carrera de Fórmula 1, que se disputaba bajo una intensa lluvia en el circuito de Interlagos, en Sao Paulo.
En la vuelta 20, tras retirarse el coche de seguridad, Raikkonen perdió el control de su auto y chocó contra uno de los muros de la recta principal, obligando a los comisarios a detener momentáneamente la carrera.
En ese momento, el británico Lewis Hamilton, que había largado desde la pole, lideraba la prueba, seguido de su compañero en Mercedes, el alemán Nico Rosberg.
Previamente, Marcus Ericsson de Sauber había quedado fuera de carrera, tras chocar su monoplaza poco antes de la entrada a los pits, quedando expuesto a un mayor impacto, luego de que un coche de Red Bull pasara a centímetros de él para entrar a cambiar las llantas en pits.
Al inicio de la carrera Sebastian Vettel se había despistado, aunque mantuvo el control del monoplaza y logró continuar.
Romain Grosjean quedó fuera de la carrera antes de iniciar la misma, luego de que salió del 'pit lane' en la vuelta de formación del circuito para ocupar su puesto en la línea de meta, pero se estrelló contra el muro.
La carrera se volvió a detener en la vuelta 29, por la lluvia y se reanudó tras 20 minutos.