La vida a veces es un misterio y más cuando se trata de la muerte. El momento pareciera estar marcado para unos y salvaguardado para otros, tal como sucedió con el hijo del entrenador del Chapecoense, quien evitó la muerte por no tener su pasaporte, y para el delantero Alejandro Martinuccio, a quien que una lesión no sólo lo marginó de la cancha, también de la tragedia.
Matheus Saroli es el hijo del fallecido entrenador del Chapecoense, quien estando en el aeropuerto de Sao Paulo no pudo abordar el avión porque olvidó su pasaporte, evitando así una doble tragedia en casa.
Mediante su red social de Facebook, el joven compartió un mensaje:
"No había abordado el avión porque había olvidado mi pasaporte. Amigos. Yo, mi hermana y mi mamá estamos bien. Necesitamos de un poco de fuerza y por eso pedimos que nos den un poco de privacidad, especialmente a mi mamá".
Por otra parte, el único jugador argentino del equipo, el delantero Alejandro Martinuccio, no había podido jugar con el equipo, pues desde hace un mes y medio sufría una lesión que el día de hoy lo tiene vivo y en estado de shock tras la tragedia de sus compañeros.
"Me salvé de viajar porque estaba lesionado. La verdad es que estoy muy mal, muy triste con todo esto. Siento un profundo dolor. Chapecoense es un club que me hizo sentir uno más de ellos apenas llegué, me trataron muy bien siempre y ahora sólo espero saber si hay sobrevivientes del accidente. Les aviso a mi familia y amigos de Argentina que me encuentro bien y sólo les pido a todos que recen por mis compañeros", declaró el jugador a una radio local.
El jugador, junto a otros elementos que no habían sido convocados ya se presentaron en las instalaciones del club para apoyar a los directivos en lo que sea necesario.