El Real Madrid comienza con el pie derecho la defensa de su título

La partitura tan bella de los últimos tiempos para el Madrid tenía un borrón, una nota discordante que el maestro Zidane borraba y escribía una y otra vez en busca de la sinfonía. Gareth Bale parecía el eslabón perdido en una cadena de éxitos sin fin. Zizou cambiaba jugadores en sus alineaciones para llegar al mismo sitio, a puerto victoria. La fuerza del campeón era precisamente esa, disponer de un equipo muy dotado, con 20 jugadores titulares. A la gran obra del entrenador francés, a su fantástico y transgresor cuadro que quedará para la pinacoteca del fútbol, se va incorporando Gareth Bale, la estrella que faltaba. El internacional galés marcó un gol, el primero del encuentro, y dio una asistencia para que el Madrid, sobrado, iniciara la defensa del título con un buen triunfo, el décimo consecutivo fuera de casa, que le valió para estrenar LaLiga como la acabó, en lo más alto.

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