El futbol japonés no es el más popular del mundo y tampoco genera expectativa como lo hace la Liga Premier o la Liga de España; sin embargo, tiene su atractivo, por ejemplo, la jugada de este fin de semana.
El conjunto de Gamba Osaka pasó del ridículo a la gloria en sólo 10 segundos.
En su afán por mantener el control del balón, un defensor casi hace un autogol en un mal pase a su arquero, pero para su suerte, el esférico pegó en el poste.
La jugada continuó, el portero tomó el rebote y asistió a un compañero para generar una jugada a base de toques que culminó en gol. La anotación puso en ventaja a Gamba Osaka, que acabó por derrotar 3-1 a Urawa Reds.