¿Iker Casillas, el declive de un grande?

Por más de una década el portero español Iker Casillas fue uno de los mejores del mundo, su calidad bajo los tres palos era reconocida y los trofeos -como la copa del mundial de Sudáfrica 2010- lo respaldaban, pero sus últimas pifias dejan claro que ya no es el portero excepcional de antes.

Con 34 años y un contrato fabuloso para las posibilidades de la economía futbolística portuguesa fichó el verano pasado con el F.C. Porto.

En estos seis meses en Portugal, las actuaciones de Casillas han demostrado por que fue banca casi un año cuando José Mourinho era entrenador del Real Madrid.

Iker ha perdido -como es normal a su edad- reflejos y agilidad, aquella capacidad de obrar milagros; ahora le llega, simplemente, la edad de no hacer tonterías. Pero incomprensiblemente las hace y se han acrecentado sus defectos.

Las comparaciones por la edad han salido a relucir, ya que no hay explicación para este declive de un arquero excepcional. Ni siquiera la edad. Tiene dos años menos que Julio César, el colega brasileño del Benfica que va a renovar hasta los 38. Su mismo compañero en la reserva, Helton, cumple 37 años.

Su admirado Gianluigi Buffon este mes sopla 38 velitas, y aunque le duelan los riñones, se hace respetar en el área de la Juventus.

Las críticas y comparaciones surgen porque un error de Casillas fue el origen de la última derrota de su equipo en la liga portuguesa. No es su primer error. Fallos suyos facilitaron la eliminación de la Champions del equipo.
 
El domingo, tras pitar el árbitro, se fue humildemente hacia la grada de sus seguidores, y les pidió perdón. De un tiempo a esta parte, Casillas más que un buen portero es un portero bueno.

¿Es hora de que Casillas cuelgue los guantes?

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