El 28 de junio de 1997, en la competencia de peso pesado del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), el estadounidense Mike Tyson protagonizó una pelea que quedó calificada como una de las más extrañas de la historia, luego de que le arrancara con una ¡MORDIDA! un pedazo de oreja a su contrincante Evander Holyfield.
¿Cómo fue?
Antes de empezar el tercer round, el "hombre de acero" salió de su esquina sin su protector bucal. El réferi le ordenó volver a ponérselo y reanudó la pelea con furia.
Cuando quedaban 40 segundos de aquella "batalla", Tyson se acercó a Holyfield y descaradamente le arranca con los dientes un pedazo de dos centímetros de oreja, para luego escupirlo en el ring.
Increíblemente la pelea no fue detenida en ese momento, y hasta terminar el round Evander recibió atención médica, tras lo cual se decretó su triunfo.