No es el lugar donde acostumbramos a ver a un Fórmula 1, pero Red Bull llevó a la nieve a su RB7, con el que Sebastien Vettel logró su segundo campeonato del mundo de F1. A él, se subió Max Verstappen en una gran demostración.
Para hacer esto posible, Red Bull llevó el RB7 a la montaña Hahnenkamm, en Kitzbûhel (1.600 metros de altitud) con ayuda de un helicóptero. Todo un reto, también, a nivel de logística. El equipo de las bebidas energéticas ya ha compartido algunas imágenes de su nueva decoración y en ellas podemos ver ya la presencia de TAG Heuer y Puma como nuevos patrocinadores.
No es la primera vez que un fórmula 1 viaja a la nieve: en 2007 BMW y en 2010 Red Bull organizaron eventos similares a este.