Los bicampeonatos en torneos cortos son exclusivos para felinos y los Tigres buscarán su segundo título de forma consecutiva cuando dispute la Gran Final ante el Guadalajara.
El cuadro de los Tigres es el gran favorito a llevarse el Clausura por el nivel que ha mostrado en la presente Liguilla, lo que le valdría ser el tercer equipo en conseguir el bicampeonato en la historia de los torneos cortos; además lo harían de forma muy parecida a sus antecesores, pues luego de culminar en los primeros puestos de la general durante su primer título, pero para el segundo entraron prácticamente sobre la hora.
El primero en poner su nombre con letras de oro de forma consecutiva fueron los Pumas, que de la mano de Hugo Sánchez, consiguieron lo que nadie había hecho hasta 2004, primero superando al Guadalajara en Ciudad Universitaria desde los 11 pasos en el torneo Clausura, para luego vencer al Monterrey en el Apertura del mismo año, aunque el caso universitario es muy particular, pues llegaron a la Liguilla en el puesto nueve, al existir todavía los grupos en el formato de competencia del balompié azteca.
Apenas un año medio después de su ascenso, León consiguió el título al vencer al América, equipo que buscaba el 'bi', en la Final del Apertura 2013. Los panzas verdes hicieron para el Clausura 2014 un torneo mediano, pero les valió para pasar como octavos a la Liguilla y eliminar al Cruz Azul, Toluca y finalmente al Pachuca, a quien le tuvo que remontar el marcador para hacerse de su segundo campeonato consecutivo.
EN ASCENSO, LOS TIGRES YA LO LOGRARON
Los Tigres descendieron a la llamada 'Primera A' en 1996, sin embargo solo un año necesitaron para volver a la máxima categoría. Los felinos fueron un cuadro que arrasó con la división, al grado de ser el primero conjunto que gana ambos torneos para ascender de forma directa.
En la división de plata, los ya mencionados Tigres, Irapuato y Necaxa son los tres que han logrado el bicampeonato.
NECAXA DESPIDIÓ LOS TORNEOS LARGOS COMO BICAMPEÓN
Las temporadas 1994-1995 y 1995-1996 marcaron el fin de la era de los torneos largos en el fútbol mexicano. En ambas oportunidades, el Necaxa de Manuel Lapuente se llevó el título; primero venció al Cruz Azul y posteriormente superó al Celaya por gol de visitante, motivo por el cual dicho criterio no se usa más para definir al monarca de la competencia.