Otra lesión de Tony Romo en la espalda tiene a los Cowboys de Dallas en ascuas. La incertidumbre rodea al estelar quarterback, aunque el entrenador del equipo Jason Garrett confía que Romo podrá jugar en la temporada que arranca dentro de dos semanas.
Garrett informó que Romo sufrió la fractura de un hueso en la espalda tras recibir un golpe por detrás de Cliff Avril y caer mal en la tercera jugada de un partido de pretemporada ante Seattle.
Romo intentó seguir jugando el jueves y al final del partido insistió estar bien. Pero Garrett indicó que el mariscal de campo amaneció el viernes con rigidez y que una resonancia magnética confirmó la cuarta lesión de Romo en la espalda en menos de cuatro años. No necesitará ser operado.
Garrett no descartó a Romo para el primer juego de la campaña regular, el 11 de septiembre contra los Giants de Nueva York. El novato Dak Prescott, seleccionado en la cuarta ronda del draft, sería el reemplazante tras una buena pretemporada.