Un joven que intentaba pasársela lo mejor que pudiera en un boliche, sin duda no sabía jugar porque su resultado fue espeluznante. Cometió el error de tomar una bola de boliche para tirar algunos pinos con sus amigos, aprendió por la mala que la clave para ganar no es la fuerza, sino la técnica.
Destrozó parte del techo de plafón del boliche cuando era su oportunidad de hacer una chuza. arruinando la tarde para todos.