La flojera de los hombres no tiene límites y prefieren idear cosas para salirse con la suya.
Este hombre es el claro ejemplo de ello, utilizó a su fuerte perro y un pollo para que lo llevaran por las calles.
Mira de qué forma.
La flojera de los hombres no tiene límites y prefieren idear cosas para salirse con la suya.
Este hombre es el claro ejemplo de ello, utilizó a su fuerte perro y un pollo para que lo llevaran por las calles.
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