Este tierno bulldog inglés ha causado más de un suspiro por la reacción que tiene al presenciar la primera lluvia de su vida.
El cachorro se muestra aturdido ante las gotas que le caen; no sabe si lamerlas, huir de ellas o solo quedarse mirando.
A final de cuentas parece darse cuenta que no se trata de algo que lo ponga en peligro y se queda sentado esperando por más de ellas.