Sirviéndose de la figura del controvertido magnate estadounidense Donald Trump, la obra "Los hijos de Trump" presenta una lectura sobre el capitalismo exacerbado. Al respecto, el actor y productor, Germán Ortega, detalló:
"No es un show nuevo de los Mascabrothers, sino el pretexto de una obra para recuperar otra llamada Brokers, que trata de los excesos, la envidia y la forma de vivir de los corredores de bolsa".
En sus diferentes escenas, continuó, en las que apenas hay diálogo y los actores se expresan por medio de onomatopeyas y se apoyan en proyecciones de video, la obra es una "crítica social de la gente que tiene y quiere más".
"Los hijos de Trump retrata el salvaje e irreverente mundo de las altas finanzas analizando el lujo, la fama, el poder o el narcisismo utilizando como excusa al magnate, un icono de todo ello".
La pieza teatral es un espectáculo "con mucha calidad e inteligencia", continuó el actor, que arranca con un monólogo del mismísimo Donald Trump en el que da la bienvenida a "frijoleros" y da declaraciones "como que no quiere en el país a violadores", tal y como describió a muchos mexicanos en Estados Unidos.
Seguidamente, presenta a sus hijos, no de sangre, sino por creencias y formas de entender la vida. Son los 'brókers', a quienes "corona como sus hijos y da pelucas güeras" acordes a su inconfundible color de pelo.