Aborto, gran dilema que plantea virus del Zika en Latinoamérica

Temen que los bebés puedan nacer con la cabeza más pequeña de lo normal. Foto: AFP/Archivo

María Erlinda Guzmán, de 34 años de edad, desea desesperadamente tener un bebé y se ha sometido a tratamientos de fertilización en el hospital de mujeres más grande de El Salvador, pero ahora teme que su sueño de ser madre se vea frustrado por el virus del Zika.

¿Por qué?

Si bien todavía no está del todo clara la relación entre el Zika con una alteración de nacimiento conocida como microcefalia, las recomendaciones hechas por El Salvador y al menos otros seis países y funcionarios del área de la salud de toda América Latina han generado temor entre las potenciales madres de las zonas afectadas por el virus, y además, la Organización Mundial de la Salud afirmó que "se está expandiendo de forma explosiva", por lo que en el continente podría haber hasta cuatro millones de personas infectadas en 2017.

¿Aborto?

En algunos casos, las convicciones religiosas tropiezan con los peligros de que los bebés puedan nacer con la cabeza más pequeña de lo normal, y con una expectativa de vida corta, y mientras llega a países donde la interrupción del embarazo está prohibida o muy restringida, se cree que muchas mujeres pueden acudir a sitios clandestinos poco seguros.

Se estima que en 2008 se realizaron al menos 4.4 millones de abortos en América Latina, de los cuales, 95% habrían sido clandestinos y en condiciones inseguras, según cifras del Instituto Guttmacher, un centro de análisis estadounidense sobre derechos reproductivos.

Un problema relacionado es cómo detectar los embarazos que pueden estar en riesgo. La microcefalia generalmente no es diagnosticada al principio del embarazo. Un estudio publicado en el 2000 indicó que es diagnosticado alrededor de las 28 semanas, aunque el doctor Jeffrey Ecker, especialista en medicina materna del Massachusetts General Hospital, dijo que a veces puede ser detectado en el segundo trimestre.

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