Alcoholímetro inteligente pretende tratar la adicción al alcohol

Pretende cambiar la forma que se se trata la adicción al alcohol. Foto: ABC Mundo

Soberlink es una empresa en Califronia, Estados Unidos; creada por Brad Keays, que ha desarrollado un alcoholímetro digital que pretende cambiar la forma en que se trata la adicción al alcohol.

Soberlink es un dispositivo digital que permite hacer tu propio control de alcoholemia en cuestión de segundos.

Funcionamiento:

  1. El aparato tiene un sensor que se conecta con la red de teléfonos móviles e internet, incorpora una pequeña cámara que permite verificar la identidad del usuario; además tiene un GPS para registrar las coordenadas de ubicación.
  2. La idea es que el usuario sople al menos dos veces al día a unas horas previamente establecidas.
  3. En caso de que el resultado del test sea positivo, éste envía una alerta automática por mensaje de texto y correo electrónico a las personas que figuren en el llamado círculo de recuperación del paciente. Generalmente este círculo lo suelen formar el médico y los seres cercanos que el usuario elija.
  4. Y los datos llegan también al perfil que el usuario tiene en la página de Soberlink, donde en cuestión de 30 segundos después del test, aparece la cantidad de alcohol en la sangre y la verificación de la fotografía.


Desde 2012 el doctor Gregory Skipper utiliza el alcoholímetro digital con sus pacientes en el centro que dirige en Santa Mónica, Los Ángeles; en una entrevista para BBC Mundo, dijo que el aparato les ayuda a ser conscientes de la importancia de mantenerse sobrios y sentirse orgullosos con los resultados.

Si el paciente no se hace las pruebas a las horas establecidas; se le canaliza a realizarse pruebas de orina.

Inconveniente:

  • El aparato registrará positivo si la persona se ha puesto perfume o se ha enjuagado la boca con un producto dental; por ello  cada vez que la prueba arroja un valor positivo de alcohol en sangre, el propio aparato le recomienda al usuario que sople otra vez pasados unos 15-30 minutos.
  • En ese tiempo, cualquier gota de alcohol accidental se habrá disipado; si en el segundo intento la prueba da positiva, se le llama al paciente para preguntarle qué pasa.

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