La llamada ruta de tránsito de los Balcanes fue prácticamente cerrada al paso de los refugiados e inmigrantes, mientras en Grecia el número de migrantes continúa en aumento hasta alcanzar casi los 36 mil.
Macedonia, que ya había limitado al mínimo el ingreso de migrantes y mantuvo cerrada su frontera con Grecia en los últimos dos días, anunció que ya no permitirá el paso a los refugiados.
La medida adoptada por las autoridades macedonias deja varadas a aproximadamente 13 mil personas en el campamento para refugiados en Idomeni, cruce fronterizo entre Grecia y Macedonia, donde esperan a que les permitan el paso para seguir su viaje hacia el norte de Europa.
El primer ministro eslovaco, Miro Cerar, afirmó que sólo se permitiría el paso a los refugiados e inmigrantes que planeen buscar asilo en el país o, bien, que tengan necesidades humanitarias claras, precisando que "la migración ilegal por la ruta de los Balcanes ya no existe".
Este cierre ha propiciado que los inmigrantes se acumulen en Grecia, unos 35 mil 945, la gran mayoría sin documentos procedentes de Turquía, que se convirtió en la plataforma de salida desde sus países de origen.