El desierto de Atacama del norte de Chile, el pasaje más seco de la Tierra, se ha convertido en un paraíso teñido de color rosa debido las fuertes lluvias que han acechado durante todo el año el subcontinente austral de América.
El arenal ha pasado de ser un paisaje árido a recubrirse de flores rosas que convierten el valle en un paisaje malva muy psicodélico.
Durante el mes de marzo, la zona fue afectada por diversos chaparrones que se convertían en las primeras lluvias que recibía la zona en más de siete años. Además, algunas franjas han recibido más agua que en los últimos siete años en menos de 12 horas.