Betsaida, la antigua ciudad mencionada en el Nuevo Testamento, posiblemente ha sido encontrada por arqueólogos israelíes. Los apóstoles Pedro, Andrés y Felipe, provenían de esa ciudad; el hallazgo se encuentra en la costa norte del mar de Galilea, en un lugar llamado El Araj, en la Reserva Natural del Valle de Bethsaida.
Los investigadores encontraron en el lugar una casa de baños estilo romano, lo que les indicó la existencia de una ciudad del imperio romano. Asimismo, Flavo Josefo (año 37-101), historiador romano, describió una aldea de pescadores, que llamó Julias, a la que un gobernador transformó en una polis romana.
Los arqueólogos descubrieron la casa de baños en un sedimento de tierra que data de la etapa romana tardía, del siglo I al III A.C. Ese estrato romano contenía fragmentos de cerámica, un mosaico, los restos de la casa de baños y dos monedas: una de bronce de finales del siglo II A.C. y un denario de plata con el retrato del emperador Nerón datado de los años 65-66 D.C.
Los especialistas hallaron otro indicio de que su descubrimiento podría ser la localidad originaria de los apóstoles: paredes con restos de mosaicos dorados que señalan que en la ciudad hubo una iglesia rica e importante. Este templo podría haber sido detallado por un obispo de Baviera que visitó Betsaida en el año 725 D.C. El canónigo describió que la iglesia había sido edificada en el lugar donde se encontraban las casas de los discípulos Pedro y Andrés.
Actualmente, los arqueólogos continúan las exploraciones en el sitio. Se espera que próximamente aparezcan más indicios de que El Araj fue verdaderamente el lugar de nacimiento de tres de los apóstoles de Jesús.
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