Diversos factores climáticos como el viento, temperatura, precipitaciones, entre otros, influyen en un posible deslizamiento de nieve, hasta el punto de convertirse en una gran avalancha, que en ciertas ocasiones puede llegar a ser un gran riesgo o en los mejores casos, un gran espectáculo de la naturaleza.
Esta segunda versión fue la que quedó registrada por un esquiador, quien vio cómo la montaña dejaba caer la nieve por la ladera, como si de una ola gigante se tratara, hasta cubrir con un manto blanco el bello pueblo francés de Bessans, una de las grandes localidades de montaña de Europa, ubicado en el centro de un antiguo glaciares conocida por sus actividades deportivas en invierno con más de 130 kilómetros de pistas y por sus rutas de senderismo y montañismo en el verano.