En una jornada de luto oficial con las banderas a media asta, los más afectados por la tragedia expresaban su dolor durante un funeral de Estado en Italia para algunas de las 294 víctimas del devastador terremoto que golpeó el centro del país esta semana.
Por todas partes se veía gente abrazada y llorando, en medio de los más de 30 ataúdes colocados en un gimnasio municipal de Ascoli Piceno, donde se celebraba el funeral de Estado con la presencia del presidente, Sergio Mattarella, y el primer ministro, Matteo Renzi.
Mattarella llegó en helicóptero hasta el borde de Amatrice y el alcalde, Sergio Pirozzi, le mostró la dimensión de los daños en la pintoresca ciudad medieval de piedra. El presidente también se reunió con rescatistas y les agradeció su labor.
Debido a lo extendido de los daños, el mandatario sólo pudo observar la localidad desde las afueras porque resulta demasiado peligroso entrar en el centro acordonado de la ciudad.
Las réplicas⬦
Durante la noche, una serie de réplicas -tras el sismo 6.2 grados en escala de Richter que se produjo el pasado miércoles a las 03:36 hora local- volvió a sobresaltar a los vecinos de la región.
El temblor más fuerte de la noche, a las 4:50 de la madrugada, alcanzó una magnitud de 4.2, según el Servicio Geológico de Estados Unidos, mientras que el Instituto Italiano de Geofísica lo estimó en 4.
Imágenes por satélite indicaban que la tierra bajo Accumoli se hundió 20 centímetros debido al sismo, según el Instituto italiano y otros organismos.