En una entrevista que publicada este lunes en el diario "Bild", la canciller alemana, Angela Merkel, admite que le resulta inimaginable acoger refugiados en su propia casa. Al respecto, Merkel detalla:
"Pese a todo el respeto que tengo por aquellos que hacen eso, se trata de algo que de momento no me puedo imaginar. Además, creo que mi deber es hacer todo lo necesario para que el Estado resuelva la situación de la manera más sensata posible".
En la entrevista, Merkel reitera las líneas maestras de la política de refugiados de su Gobierno. Por un lado, insiste en el deber de acoger a aquellos que huyen de la persecución política y de las guerras civiles. Pero, por otro lado, señala que aquellos que no sufran persecución ni vengan huyendo de guerras civiles deberán abandonar el país. La canciller acota:
"A todos aquellos que no puedan reclamar este derecho porque han venido sólo por razones económicas tenemos que decirles que tienen que abandonar el país, por difícil que sea esto para ellos".
Merkel también insiste en la necesidad de combatir las raíces de la crisis en las zonas en conflicto, especialmente en el caso de Siria. La canciller admite que hasta ahora los esfuerzos diplomáticos de los países occidentales, del mundo árabe y de Rusia no han tenido éxito en Siria.