La policía brasileña controló este domingo un motín en una cárcel de Natal, en el noreste, dejó un saldo de al menos 30 muertos que se sumana a los más de 100 que ha dejado una guerra entre facciones criminales desatada en centros penitenciarios del país amazónico en 2017.
Las fuerzas de seguridad ingresaron por la mañana al presidio de Alcacuz, el mayor del estado de Rio Grande do Norte, 14 horas después de iniciada la rebelión, que las autoridades sospechan es el más reciente episodio de una sangrienta lucha por el control del narcotráfico en las cárceles del país.
El motín se originó cuando presos supuestamente de diferentes organizaciones criminales lograron salir de sus pabellones para enfrentarse brutalmente entre sí, en un penal que tiene capacidad para 620 reclusos y alberga actualmente a 1.083.
En lo que va del 2017, más de 100 presos perdieron la vida en diferentes centros penitenciarios, que se han convertido en el escenario de un enfrentamiento entre facciones criminales que ya provocó tres matanzas de gran escala en apenas 15 días.
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