Para algunos desalmada, para otros desesperada. Lo cierto es que una mujer, de quien no fue revelada su identidad, abandonó en un pesebre de Nueva York, en Estados Unidos, a su bebé, quien todavía tenía su cordoncito umbilical.
El fiscal del distrito Queens, Richard Brown, explicó que la mujer pensó que su bebé se encontraba en un sitio acogedor, estaría a salvo y como las leyes estatales establecen que un recién nacido puede ser abandonado en una iglesia, hospital, estación de policía o de bomberos, no se presentarían cargos.
Y es que un custodio de la Iglesia Divino Niño Jesús en Richmond Hill, Queens, halló al bebé de 2.3 kilos; el menor estaba envuelto en toallas y la madre regresó la mañana siguiente para asegurarse que el bebé había sido encontrado.
Sin embargo, pudo haber sido mayor el caso, ya que las leyes obligan a que el menor sea dejado a alguien personalmente o que las autoridades sean llamadas de inmediato.