Audrey Stone, que tiene una visión limitada y a efectos legales es ciega, se rencontró con su perro Figo después de que ambos pasaron meses un hospital tras ser impactados por un autobús.
Stone y Figo llevaban seis años y medio juntos antes del accidente del 8 de junio cuando cruzaban una calle al norte de Manhattan, Nueva York, el perro saltó para ponerse entre ella y el autobús, después se esforzó por quedarse con ella cuando ambos resultaron heridos.
Ese suceso hizo que la gente enviara tarjetas, llamadas y juguetes para perros incluso desde Inglaterra. La Sociedad Americana por la Prevención de la Crueldad con los Animales dio a Figo su premio a Perro del Año.
Este lunes, por fin, allí estaba Figo caminando por la acerca para reunirse con ella en su casa de un suburbio de Nueva York. "Oh, buen chico", exclamó ella mientras le acariciaba y él movía la cola. "¡Estás en casa, por fin!".
"Básicamente, habría muerto por mí al hacer lo que hizo", dijo Stone, que sufrió fracturas en un tobillo, un codo y varias costillas, además de necesitar puntos en la cabeza. Figo sufrió un corte importante en una de sus patas.