El Papa Francisco expresó su cercanía a los afectados por el alud que la noche del jueves arrasó con al menos 125 viviendas en la localidad guatemalteca de Santa Catarina Pinula. También animó a los damnificados por los aluviones en Francia.
El deslave de un cerro en Santa Catarina Pinula, municipio a 20 kilómetros al sur de la capital guatemalteca, dejó al menos 59 muertos, 350 desaparecidos y unas 125 casas sepultadas en la colonia Cambray II. Por otra parte, al menos 16 personas murieron por los aluviones seguidos por violentos temporales que se abatieron esta madrugada a lo largo de la Costa Azul. Durante su reflexión, antes de manifestar su solidaridad con estos dos países, el Papa lanzó un fuerte llamado a acoger a los niños, en especial a los migrantes que huyen de sanguinarios conflictos.
"Pienso en tantos niños hambrientos, abandonados, explotados, obligados a la guerra, rechazados. Es doloroso ver las imágenes de los niños infelices, con la mirada perdida, que escapan de la pobreza y los conflictos, tocan a nuestras puertas y a nuestros corazones implorando ayuda", agregó.
También recordó que la víspera, en Santander, España, fueron proclamados como beatos de la Iglesia Pío Heredia y 17 compañeros y compañeras del Orden Cisterciense, asesinados por su fe durante la Guerra Civil Española y la persecución de los años 30 del siglo pasado.