Decenas de personas reunidas frente a un supermercado golpearon a Roberto Bernal hasta dejarlo ensangrentado y aturdido. No sabían qué había hecho, pero vieron que el hombre se echó a correr y eso fue suficiente.
Un hombre encorvado, de pelo canoso, que venía detrás de ellos, dijo que Bernal le había robado lo equivalente a cinco dólares. La turba vació los bolsillos del joven y le entregó al anciano el fajo de billetes.
Cada semana la prensa reporta alguna golpiza por parte de la gente. Al parecer, así hacen justicia en Venezuela. Por si fuera poco, la turba roció con gasolina el pecho de Bernal y le prendió fuego. Después todos vieron cómo se quemaba vivo, e incluso lo grabaron y circularon en redes sociales.
"Estamos cansados ya de que la gente esté robando, no se puede salir a la calle por la inseguridad. La policía nunca está. Esto es un pueblo sin ley". Eduardo Mijares, de 29 años.
En Venezuela la mayor parte del país apoya estas actitudes, según una encuesta del Observatorio Venezolano de la Violencia. Además, antes la policía hacía 118 arrestos por cada 100 asesinatos, ahora hacen ocho.
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