¿Quiénes son los muertos de corazón latiente?

Legal y medicamente están muertos, pero sus corazones siguen latiendo. Foto: AFP

Legal y medicamente están muertos, pero sus corazones siguen latiendo, sus cuerpos no se descomponen, pueden sudar, digerir alimentos e incluso tener un bebé. Son los muertos de corazón latiente: pacientes con muerte cerebral. Su condición es diferente a un paciente en coma (que se puede recuperar en cualquier momento) o al de alguien en estado vegetativo (el cerebro superior está permanente e irremediablemente dañado); en la muerte cerebral TODO el cerebro está muerto.

Esto conlleva a un gran debate: el artículo original publicado en la BBC, se pregunta: ¿Si tu corazón sigue latiendo, cómo te pueden decir los médicos que estás muerto? Los cuerpos con muerte cerebral tienen pulso y órganos funcionales, el cuerpo puede sobrevivir durante meses con gastos médicos altísimos.

Pero, ¿cuándo está realmente muerto un cadáver de corazón latiente?:

  • No responder a estímulos verbales, como al gritar su nombre.
  • Debe permanecer sin responder a pesar de varios procedimientos incómodos, como inyectar agua helada en una de sus orejas (técnica que provoca un reflejo automático que hace que los ojos se muevan)
  • No deber ser capaz de respirar por su propia cuenta, ya que este es un signo seguro de que su cerebro primitivo sigue en funcionamiento.

Donación de órganos:

Estos cadáveres de corazón latiente han generado una especialidad médica: el "gestionamiento de donantes de cadáveres", que consiste en engañar  al cuerpo haciéndole pensar que todo está bien hasta que los destinatarios y cirujanos estén listos. De hecho se puede conservar el cuerpo de una madre (que sufre de muerte cerebral), hasta que esté listo para dar a luz al bebé.

Otro debate:

Los médicos no pueden extirpar órganos hasta que una persona esté muerta, es decir, totalmente con muerte cerebral o con un corazón que ya ha dejado de latir, pero algunas personas, como Robert Veatch, investigador del Instituto Kennedy de Ética, dicen que aquellos con partes cruciales de sus cerebros intactos y la capacidad de respirar, estarían muertos siempre y cuando ya no pudieran tener pensamientos conscientes.

  • Lo anterior haría posible que los médicos de trasplante tendrían acceso a un grupo mucho más grande de donantes potenciales y salvar un sinnúmero de vidas.

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