Muchos ciudadanos sirios, afganos e iraquíes refugiados en Alemania desean volver a sus patrias debido a que sus familias o parte de ellas no pudieron abandonar sus países de origen. Sin embargo, el gobierno alemán y la Organización Internacional para la Migración se los impiden debido a que no pueden permitir que regresen a una zona de guerra.
En el caso de Siria ni siquiera hay vuelos de Alemania a Siria debido a la brutal guerra civil que padece ese país. Y las naciones vecinas que al principio recibían a los refugiados sirios ya no lo hacen: Turquía impuso severos requisitos para darles visas y el Líbano se niega a recibir sirios que se fueron ilegalmente a través de Turquía.
El año pasado llegaron más de 420 mil refugiados sirios a la nación teutona y la mayoría recibirá asilo. Pero el país está tan abrumado que procesar las solicitudes de asilo puede tomar años y tramitar la reunificación familiar más todavía.
Muchos sirios dicen que no soportan la separación de sus esposas e hijos. Otros se quejan de la vida en refugios atestados y de que no pueden trabajar mientras se tramitan las solicitudes de asilo. Algunos simplemente extrañan demasiado su patria.
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