En un cementerio en Hungría, la contemplación solemne dio paso a la deportividad frenética cuando decenas de sepultureros lucharon para demostrar que eran los más rápidos y mejores en el negocio.
De tomar sus posiciones en parcelas seleccionadas, 18 equipos de dos hombres esperaban a que un funcionario gritara "Start!" antes de que una pala cavara en el suelo.
"Esta es una profesión, y los colegas que laboran en la competencia de hoy están orgullosos y merecen nuestro respeto." Dijo el vicepresidente de los empresarios fúnebres de Hungría, Zoltan Juracsik
En menos de media hora, el equipo local, tal vez disfrutando de la ventaja en casa, terminó su primera tumba. Los rezagados tomó casi una hora.
Fueron juzgados en la pulcritud y si cumplían con el tamaño reglamentario: 200 cm de largo, 80 cm de ancho y 160 cm de profundidad. El equipo ganador gana un lugar en un torneo internacional contra Polonia, Eslovaquia y la República Checa.
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