La policía australiana ha acordonado las calles que rodean la sede de la comisaria principal de Sidney donde se ha producido un tiroteo que ha dejado dos víctimas mortales y varios heridos. Un hombre ha comenzado a disparar desde un edificio cercano y ha matado a un agente.
Después ha sido abatido por otros policías. Se desconoce aún la identidad del francotirador pero el país mantiene un alto nivel de alerta ante posibles ataques de radicales islamistas. El edificio objetivo del tiroteo es una comisaria que funciona también como guarderia para los hijos de los agentes.