La Guardia Civil española detectó una red de fraude a la Seguridad Social con ciudadanos búlgaros, a quienes daban contratos laborales falsos para que accedieran a diálisis y luego a trasplante de riñón.
Quedaron imputados por delitos contra la seguridad social 20 personas, entre ellas seis ya trasplantadas, y se ubicaron siete empresas ficticias que daban de alta como trabajadores extranjeros a los pacientes.
La investigación inició el año pasado al detectarse en Madrid el aumento de las listas de espera para trasplante de riñón a favor de trabajadores procedentes del este de Europa.
Pacientes que en su mayoría necesitaban de hasta cuatro horas diarias de tratamiento médico, eran dados de alta como jardineros, empleados de hogar o de la construcción.
Junto con la Inspección del Trabajo, se determinó que las altas eran fraudulentas pero tenían la finalidad de conseguir una tarjeta sanitaria para presentarse en los hospitales.