Yami tiene 5 años. Es una niña muy platicadora que disfruta contando todo lo que hace en el día. Sin embargo, cuando tenía 3 años presentó problemas de lenguaje.
"Le gusta mucho platicar con la gente, entonces las señoras dicen ¿qué dijo? y pues yo era su traductora porque no, no le entendían", cuenta su mamá, Sandra Hernández, quien acudió a un especialista.
- La pequeña fue diagnosticada con tartamudez.
"Es un problema de fluidez al hablar, son pausas involuntarias por parte del paciente sin tener algún problema orgánico", explicó a Uno TV, Fernando Arredondo Recillas, especialista en foniatría del IMSS.
Yami acude a terapia tres veces a la semana en la Unidad de Medicina Física y Rehabilitación Norte del Seguro Social. Ahí ha recibido terapia psicología, de lenguaje y comunicación humana, es decir, desde mandar besos al aire hasta exagerar sus gestos.
"Enseñarles primero a los niños a respirar, porque por eso se dan las interrupciones involuntarias, porque el niño no sostiene el aire, se escapa el aire, no sabe cómo utilizarlo". Fernando Arredondo Recillas
La estimulación y motivación son el primer paso de la terapia contra este problema que se presenta con mayor frecuencia en niños entre tres y seis años. De acuerdo con especialistas, no es necesario ningún medicamento; el apoyo familiar es clave. Los padres pueden leerles, ponerles música, aprender con ellos canciones, platicar, explicarles y resolver dudas.
Otras recomendaciones:
- Poner atención a la pronunciación de los niños. Las palabras y la fluidez deben ser acordes a su edad.
- Entre más temprano se identifique un problema de lenguaje como la tartamudez, más posibilidades hay de solucionarlo.
Ahora, la pequeña Yami está en la recta final para olvidar los tropiezos al hablar.