INFOGRAFÁA. ¿Qué es el mal del puerco?

No hay peor pesadilla para un Godínez que, después de echarse unos tacos rapidísimo, regrese a la oficina y lo ataque el mal del puerco. No es ningún mito; la sensación de pesadez y las ganas de echarse una pestañita son reales. Pero, ¿por qué nos pasa?

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