Nuestro analista, el Dr. Luis Rubio expone que, para ser exitoso, un sistema político tiene que ser, por fuerza, participativo y a la vez funcional. Desde esta perspectiva es preocupante la radicalización de la juventud mexicana.
Afirma que nuestra inmadura democracia ha abierto correctamente espacios de protesta y radicalización, pero sin haber creado mecanismos y espacios efectivos de participación.Agrega que en las democracias maduras, la queja es que hay demasiada participación. En contraste, en México hay mucho más puntos de madurez democrática que de exceso.
En los países desarrollados la participación se da a través de mecanismos perfectamente establecidos y reconocidos como legítimos, el resultado del proceso puede ser insatisfactorio para los participantes, pero no se disputan los mecanismos o las instituciones responsables.
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