Resulta que el honorabilísimo exgobernador de Chihuahua, César Duarte, les descontaba a los servidores públicos entre el 5 y el 10% de su sueldo para dárselo al PRI, que recibió en seis años alrededor de ¡79 millones de pesos!
Ante esto la ecuación lógica es:
- Los gobernadores roban, todos se benefician y todos calladitos.