5 razones por las que siempre estarás biológicamente apegado a mamá, según la ciencia

Los lazos con mamá son más fuertes e importantes de lo que parecen, y es que, según la ciencia existen al menos cinco razones por las cuales las personas siempre estarán apegados a mamá, al menos biológicamente. Ve cuáles son este 10 de mayo, Día de las Madres.

Apego biológico a mamá

1. La voz de mamá es única y el cerebro lo sabe

Si bien, se desconocen los motivos, los científicos saben que los niños responden de manera única al sonido de la voz de su madre, de hecho, son capaces de reconocerla de entre muchas otras voces o ruidos.

Sin embargo, investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford descubrieron que los cerebros de los niños se involucran más y activan partes muy específicas de este órgano, cuando escuchan la voz de su madre.

El equipo demostró esto a través de un experimento en el que se escaneó el cerebro de 24 niños de siete a 12 años mientras escuchaban grabaciones de su madre o de mujeres al azar decir palabras sin sentido con la intención de que estas no activarían otras partes del cerebro.

Según los expertos, cuando los niños escucharon la voz de su madre, las partes del cerebro relacionadas con el procesamiento de emociones y recompensas se activaron. Esto fue importante porque, si bien ya se había establecido que escuchar la voz de una madre brindaba consuelo emocional a sus hijos, ésta es la primera vez que los “circuitos biológicos” podían vincularse a la experiencia.

2. Modo mamá

Las personas que van a dar a luz un hijo propio sí se ponen en “modo mamá” gracias a los cambios que provoca la oxitocina, según indica un estudio realizado en ratones y publicado en la revista especializada Nature, donde se demostró que este neurotransmisor, también conocido como la “hormona del amor”, cambia el cerebro a un estado maternal.

Según los expertos, los ratones tienen receptores de oxitocina y neuronas productoras de ésta en cada lado de la corteza auditiva, los cuales al ser estimulados con el neurotransmisor permitieron saber por qué los ratones, y las madres humanas, responden rápidamente a los sonidos de sus hijos.

Y es que, incluso en ratones hembra que nunca habían tenido hijos la estimulación con oxitocina hizo que inmediatamente respondieran a las llamadas de los ratones bebés. Los expertos creen que la oleada de oxitocina transforma su comportamiento e interpretación de las señales sociales.

3. Miedos heredados

Según un estudio de 2014, las respuestas de miedo de las madres podrían transmitirse a sus hijos con sólo una exposición limitada a los estímulos del miedo. La investigación demostró que los olores por sí solos pueden transmitir miedo a los recién nacidos.

Para saber esto, los investigadores condicionaron mediante descargas eléctricas a ratas hembra para temer al olor a menta. Luego, las ratas fueron preñadas y cuando nacieron sus crías también fueron expuestos al olor a menta, pero no recibieron un shock. La reacción de los pequeños roedores fue de miedo, incluso cuando su madre no estaba presente.

4. Crecimiento cerebral

Un estudio de 2015 de investigadores del Brigham and Women’s Hospital en Boston descubrió que los cerebros de las personas no sólo se activan con el sonido de las voces de nuestra madre, sino que también crecen debido a ello.

Para saber esto, 20 bebés prematuros, que habían pasado más tiempo en una incubadora que con sus madres, fueron estudiados mientras el sonido de la voz y los latidos del corazón de sus madres se bombeaban a las incubadoras con pequeños altavoces.

Esto dio por resultado que los bebés que escucharon estas grabaciones tres veces al día durante 30 días desarrollaron cortezas auditivas significativamente más grandes, que los bebés que no escucharon los audios.

Otro estudio realizado por la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis demostró que los niños en edad escolar cuyas madres los criaron desde su nacimiento tienen cerebros con un hipocampo más grande, una estructura cerebral importante para el aprendizaje, la memoria y la respuesta al estrés.

5. Células compartidas

Si bien es sabido las madres heredan a sus hijos genes, lo cierto es que los bebés también trasmiten parte de su material genético a ellas en forma de células.

De acuerdo con un estudio de 2015 publicado en Molecular Human Reproduction, esto ocurre debido a que a medida que crece la placenta de la madre ésta se adhiere a sus arterias, creando un canal de dos vías entre ella y su bebé.

A través de dicho canal, grandes cantidades de material fetal se sorben en su torrente sanguíneo, dejando a la madre con las células de su bebé entrando en sus órganos, convirtiéndose en células del músculo cardíaco y, a veces, incluso convirtiéndose en neuronas. Los científicos han demostrado que estas células en realidad ayudan a las madres a estar saludables y a disminuir la probabilidad de desarrollar cáncer y enfermedades cardiovasculares.

Por otro lado, las células de las madres cruzan la placenta y entran al cuerpo del feto, lo que significa que también tienes un poco de sus células.

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