Consumir aceite de oliva puede reducir el riesgo de muerte prematura en general y por causas específicas, incluidas las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y las enfermedades neurodegenerativas, según un nuevo estudio dirigido por investigadores de la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard.
Y es que, según los expertos, las personas que consumían aceite de oliva en lugar de grasa animal tenían un 19% menos de riesgo de mortalidad total. Así como un 19 % menos de riesgo de mortalidad por enfermedad cardiovascular, un 17 % menos de riesgo de morir por cáncer, un 29 % menos de riesgo de fallecer por una enfermedad neurodegenerativa, y 18% menos de riesgo de mortalidad respiratoria.
Además, el uso de aceite de oliva también se asoció con un menor riesgo de mortalidad total y por causas específicas en comparación con la margarina, la mantequilla, la mayonesa y la grasa láctea.
¿Cómo fue posible saberlo?
Para saber esto, los investigadores utilizaron datos de salud recopilados entre 1990 y 2018, los cuales incluían 60 mil 582 mujeres que participaron en el “Estudio de Salud de Enfermeras” y 31 mil 801 hombres en el “Estudio de Seguimiento de Profesionales de la Salud”.
Todos los participantes, hombres y mujeres, estaban libres de enfermedades cardiovasculares o cáncer al comienzo del estudio y completaron cuestionarios dietéticos cada cuatro años, sin embargo, durante el período de estudio, 36 mil 856 personas murieron.
En el estudio se preguntó a los participantes con qué frecuencia usaban aceite de oliva en aderezos para ensaladas, agregados a la comida o al pan, o al hornear o freír, y según los hallazgos, las personas en la categoría más alta de consumo de aceite de oliva, es decir, más de siete gramos por día, tenían menos riesgo de mortalidad total y por las causas específicas, en comparación con aquellos que nunca o rara vez consumieron aceite de oliva.
Aceite de oliva: un bondadoso ingrediente
Si bien, anteriormente el aceite de oliva se había relacionado con un menor riesgo de enfermedad cardiovascular, éste es el primer estudio observacional a largo plazo sobre el consumo de aceite de oliva y la mortalidad en los Estados Unidos, el cual confirma las recomendaciones dietéticas actuales para reemplazar las grasas animales con aceites vegetales para la prevención de enfermedades crónicas y muerte prematura.
“Los médicos deberían aconsejar a los pacientes que reemplacen ciertas grasas, como la margarina y la mantequilla, con aceite de oliva para mejorar su salud”, dijo Marta Guasch-Ferré, científica investigadora de la Universidad de Harvard.
Guasch-Ferré asegura que este descubrimiento podría “ayudar a hacer recomendaciones específicas que serán fáciles de entender para los pacientes y, con suerte, implementarlas en sus dietas”.