El cohete Vega-C, una versión renovada y más potente de la lanzadera italiana Vega, será propulsado al espacio por primera vez al miércoles desde la base de Kourou en la Guayana Francesa, un proyecto europeo esencial en un mercado de satélites en plena expansión.
Lanzamiento del cohete Vega-C
El disparo de cualificación está previsto a las 11:13. Dos horas más tarde, el Vega-C debería poner en órbita varios artefactos científicos, entre ellos el LARES-2, una esfera utilizada para estudiar el efecto de la gravedad en órbita.
El Vega-C utiliza elementos comunes a su “hermana mayor”, el Ariane 6, el cohete estrella de la Agencia Aeroespacial Europea (ESA).
Su fabricante, la empresa italiana Avio, empezó su singladura espacial en 2012 con Vega, una lanzadera ligera que fue enviada al espacio en una veintena de ocasiones (con dos fracasos).
Este vuelo inaugural del cohete Vega-C “marca el inicio de una nueva era, el inicio de la nueva familia de lanzaderas europeas”, explica Daniel Neuenschwander, director de transporte espacial de la ESA.
“Y supone también una nueva etapa para Ariane 6: el booster (propulsor) es un elemento clave del A6″, añadió Stéphane Israël, presidente de Arianespace, empresa encargada de la explotación comercial de Vega y Ariane.
El Vega-C utiliza uno de esos propulsores P120C, mientras que el Ariane 6 utiliza dos y en su versión más avanzada cuatro.
Con esta nueva versión más potente, el Vega-C puede cubrir el 90% del mercado de satélites de órbita baja, a centenares de kilómetros de altura, un considerable aumento respecto al 50% de su predecesor Vega, según Avio.
La competencia es feroz, en particular la de la lanzadera estadounidense SpaceX. Más de 17,000 satélites deben ser lanzados de aquí a 2031, es decir, 4.5 veces más que en la última década, según el gabinete especializado Euroconsult. Entre ellos, una gran mayoría de pequeños satélites (inferiores a 600 kg).
Motores ucranianos
Con 35 metros de envergadura, el cohete Vega-C es un poco más grande y más amplio que el Vega, y podrá cargar satélites de hasta 2.2 toneladas hasta una órbita polar de referencia de 700 kilómetros de altura, en comparación con 1.5 toneladas que carga Vega.
Según su constructor, la lanzadera Vega tiene 3 fases de propulsión: el P120C tiene una capacidad de 144 toneladas de propergol sólido (propelente), en comparación con las 88 toneladas de Vega. La segunda fase, Zephiro 40, también es nueva y más potente, mientras que la tercera, Zephiro 9, es la misma que su predecesor.
Queda un módulo superior, Avum+, “dotado con nuevas funciones para aumentar la duración de la misión”, explica Alessandro Tamburini, responsable de Avio durante una reciente visita a Kourou.
El Avum+ puede volver a ser activado tras el despegue para posicionar los satélites en diferentes órbitas, y a su vez es capaz de salir de órbita para evitar dejar desechos en el espacio.
Los motores del módulo Avum+ son fabricados en Dnipro, al sureste de Kiev, Ucrania, pero Avio asegura que la guerra en Ucrania no tendrá incidencia en la cadena de producción.
“No estamos preocupados por la continuidad de los vuelos. Avio tiene reservas estratégicas y reflexiona sobre otras alternativas”, explicó Stéphane Israël.
Tras este lanzamiento inaugural, Arianespaceprevé nueve despegues a medio plazo, siete para Vega-C y dos para Vega, a razón de cuatro a seis lanzamientos por año.
Doce países contribuyen al programa Vega. Italia cubre el 52% de las contribuciones financieras.