¿Cómo el calor propicia la aparición de ratas en tu ciudad?

Las ratas son parte de la llamada fauna nociva que afecta, principalmente, las zonas urbanas pues la basura, los montones de escombros, las alcantarillas y las pequeñas jardineras de las aceras son un ambiente propicio para su proliferación. No obstante, el cambio climático y el aumento de temperaturas podría estar influyendo en el incremento de estos roedores.
Y es que, según un estudio realizado por la Universidad de Richmond en Estados Unidos, y publicado en la revista especializada Science Advances, indicó que las variaciones de temperatura están afectando las poblaciones de ratas, y que el calor propicia el incremento de sus poblaciones.

¿Por qué el calor propicia la aparición de ratas?
Según los investigadores, tras analizar las variaciones de temperatura de 16 ciudades de cuatro países diferentes, encontraron que la variabilidad en la duración del invierno en las ciudades permite que las ratas se alimenten y reproduzcan durante más tiempo. Lo que podría generar una o dos generaciones adicionales cada año, contribuyendo al crecimiento de su población.
Esto debido a que, de acuerdo con un análisis, el invierno ha durado, en promedio, una semana menos cada año durante la última década.
“Si el clima se calienta y el invierno se acorta, las ratas ganan semanas adicionales para alimentarse y reproducirse. Es una receta para el crecimiento acelerado de la población”, explicó Jonathan Richardson, uno de los autores del estudio.
Las ciudades analizadas fueron:
- Washington, Estados Unidos
- San Francisco, Estados Unidos
- Nueva York, Estados Unidos
- Oakland, Estados Unidos
- Buffalo, Estados Unidos
- Chicago, Estados Unidos
- Boston, Estados Unidos
- Kansas City, Estados Unidos
- Cincinnati, Estados Unidos
- Toronto, Canadá
- Ámsterdam, Países Bajos
- Louisville, Estados Unidos
- Nueva Orleans, Estados Unidos
- Tokio, Japón
No sólo es el calor, también son los humanos
Si bien, el cambio climático es un factor para el incremento de las poblaciones de ratas en las ciudades, tal como lo demuestra este nuevo estudio, Ella Vázquez Domínguez, bióloga de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), aclaró que, el calor no debe considerarse como causa única del crecimiento de las poblaciones de ratas, ya que la expansión de las áreas urbanas y la alta densidad poblacional también inciden en este fenómeno.
Para explicar esto, la especialista del Instituto de Ecología de la UNAM, tomó como ejemplo lo que ocurre en la ciudad de Nueva York:
“Tomemos como ejemplo a Nueva York, una de las ciudades afectadas por esta situación. Esta ciudad estadounidense es una de las más pobladas, y las ratas han encontrado en el metro un lugar propicio para proliferar debido a que la gente tira mucha comida. Cuando llega el invierno, no se ven mucho, pero en la temporada cálida aprovechan para alimentarse y reproducirse; entonces, si la temporada de invierno se reduce, tienen más oportunidades”.
“En este ejemplo, tenemos una ciudad con una alta población que genera grandes residuos de comida, no solo en el metro, sino en los alrededores; si le sumamos inviernos más cortos y suaves debido al cambio climático, obtenemos un ambiente propicio para la proliferación de las ratas. Además, las ratas están ampliando su rango de distribución, porque las áreas frías donde antes no entraban ahora se están volviendo más cálidas”, agregó Vázquez Domínguez.
En la Ciudad de México… ¿qué pasa con las ratas?
Según la UNAM, en los últimos años ha sido frecuente ver en las noticias reportes de plagas de ratas en alcaldias y zonas como:
- Venustiano Carranza
- Cuauhtémoc (específicamente Tlatelolco y la Zona Rosa)
- Benito Juárez
- Cauce Canal Nacional (que abarca Iztapalapa, Coyoacán, Xochimilco y Tlalpan)
- Iztacalco

Esto debido a que, aunque no se cuenta con suficientes datos para determinar si hay un incremento en la proliferación de ratas, la Ciudad de México reúne condiciones que favorecen este fenómeno, dijo Vázquez Domínguez.
“En la CDMX es cada vez más frecuente ver edificios grandes, y la producción de basura en estos es inmensa. Estamos perdiendo áreas verdes, lo que provoca la ausencia de predadores de las ratas. Los mercados en la calle dejan basura que a veces se queda hasta el día siguiente, y hay un aumento importante en los puestos callejeros. Cuando sumas esos factores, van aumentando las posibilidades de que las ratas encuentren recursos para proliferar”.
Ella Vázquez Domínguez, bióloga de la UNAM
Proliferación de ratas, éstas son las consecuencias
La proliferación de estos roedores en las ciudades puede tener varias consecuencias negativas tanto para la salud pública como para la infraestructura urbana.
De acuerdo con la académica universitaria, las ratas son portadoras de diversas enfermedades peligrosas que pueden transmitirse a los seres humanos, como son:
- Leptospirosis
- Hantavirus
- Afecciones gastrointestinales
Igualmente, los parásitos que las ratas hospedan, como pulgas y garrapatas, también pueden transmitir enfermedades.
Además, la presencia de ratas en mercados y restaurantes aumenta el riesgo de intoxicaciones alimentarias, pues estos animales tienen contacto con residuos y excrementos. Sus heces y orines también pueden generar alergias respiratorias y agravar el asma en personas que padecen este trastorno pulmonar.

Por otro lado, las ratas son conocidas por roer cables eléctricos, plomería y materiales de construcción, lo que puede ocasionar cortocircuitos, incendios y daños estructurales en infraestructuras públicas y privadas.
En Estados Unidos, la industria del control de plagas estima que estos roedores provocan en el país pérdidas económicas de 19 mil millones de dólares cada año.
Por si no fuera suficiente, el daño que ocasionan no se limita a los gastos económicos o la transmisión de enfermedades. También pueden desplazar a especies nativas al competir por recursos y alterar el equilibrio ecológico de los ecosistemas urbanos, afectando la biodiversidad.
La convivencia entre humanos y ratas ha evolucionado hacia un desafío urbano y sanitario global. El cambio climático, con inviernos más cortos y temperaturas más cálidas, actúa como un acelerador de su proliferación, pero no es el único factor, ya que la expansión caótica de las ciudades y la generación excesiva de basura crean un entorno ideal para estos roedores.