¿Cómo influye la gravedad de la Luna en las mareas de la Tierra?

| 16:19 | Oscar Gómez Cruz | NASA/Agencias
¿Cómo influye la gravedad de la Luna en las mareas de la Tierra?
La gravedad de la Luna actúa sobre toda la Tierra. Foto: Reuters/Archivo

Cada vez que el mar sube o baja en la costa, ocurre algo más que un simple cambio del nivel del agua. Es la fuerza de la Luna la que “jala” los océanos, provocando el movimiento que conocemos como mareas. Aunque parezca lejana, su influencia sobre la Tierra es enorme.

La atracción lunar mueve los océanos

La gravedad de la Luna actúa sobre toda la Tierra, pero su fuerza es más intensa en el lado que está más cerca de ella. Esto genera dos abultamientos de agua: uno mirando hacia la Luna y otro en el lado contrario.

Cuando la Tierra gira, sus continentes pasan por estas zonas, lo que provoca que tengamos dos mareas altas y dos bajas al día.

El cambio no se nota igual en todas partes. La forma de los continentes, la profundidad del mar y el viento pueden modificar el tamaño y el horario de las mareas.

Las mareas no se alinean con la Luna

Aunque la Luna es la principal causa, las mareas no ocurren exactamente cuando está sobre el mismo punto. La rotación terrestre es más rápida que el movimiento lunar, por lo que las mareas se adelantan un poco.

  • Por eso, cada día la marea alta sucede unos 50 minutos más tarde que el anterior.

Si estás en la costa, notarás que la subida del mar no depende solo de la Luna. También influyen el clima, las tormentas o las corrientes marinas.

El Sol también tiene efecto

El Sol, aunque está mucho más lejos, también contribuye al movimiento del agua. Cuando el Sol, la Luna y la Tierra se alinean durante la Luna nueva o llena, sus fuerzas se combinan y crean mareas vivas, con olas más altas y bajamares más profundas.

Una semana después, cuando el Sol y la Luna están en ángulo recto, sus fuerzas se equilibran y se producen mareas muertas, más suaves y moderadas.

La Tierra también influye en la Luna

La atracción es mutua. La Tierra también ejerce su propia fuerza sobre el satélite natural, deformando ligeramente su superficie. Esa presión forma pequeños acantilados llamados escarpes lobulados, visibles desde el espacio.

Además, la Luna se aleja lentamente de la Tierra, cerca de cuatro centímetros al año. Este movimiento, aunque imperceptible, muestra cómo ambos cuerpos siguen influyéndose mutuamente en una danza que lleva miles de millones de años.

¿Tienes una denuncia o información que quieras compartir? Escríbenos al WhatsApp de Uno TV: +52 55 8056 9131. Tu mensaje puede hacer la diferencia

Un vínculo que mantiene el equilibrio

Sin la Luna, las mareas no existirían como las conocemos. Su fuerza mantiene el movimiento constante de los océanos y ayuda a equilibrar el clima y la rotación terrestre.

Sigue a Uno TV en Google Discover y consulta las noticias al momento

Así, cada ola que llega a la orilla recuerda que, aunque esté lejos, la Luna tiene un papel esencial en la vida de nuestro planeta.

Etiquetas: , ,